¿Paradise? Hahaha, no bitch.

¿Qué son ganas de irme o de quedarme? ¿De perderme o de encontrarme? Nadie lo sabe, ni yo misma. Parece que el mundo se ha vuelto mudo. Tengo unas ganas inmensas de gritar, pero no puedo, están retenidas al lado de todos mis miedos. También se encuentran junto a los recuerdos sin fotos, con las ausencias. Sin más, soy una idiota con los ojos brillantes llorando hacia dentro, esperando a ver que dicta este destino que supuestamente existe, preguntandome como será el final de todo esto. Pero aunque este comiendome la cabeza con cosas que ni siquiera se si van a pasar, me doy cuenta de que el pasado a veces ayuda a seguir avanzando, pero también puede retrasarte. Y decir que, a pesar de la mucha mierda que se dice sobre ellas, las segundas oportunidades también funcionan. Solo hay que saber con quien pueden funcionar las segundas oportunidades, he aquí lo difícil...

No soy como todas ni todas son como yo.

Ni siquiera soy parecida al prototipo que todo chico desea. No soy rubia, ni tengo unos ojazos que quitan el hipo. Mi cuerpo también deja mucho que desear. Me gusta maquillarme, y suelo hacerlo a menudo. No tardo veinticuatro mil horas en arreglarme, a mi con media hora me sirve y me basta. No soy presumida, soy más bien todo lo contrario. Mi pelo es ondulado tirando a rizado y estoy todo el día pasandome las planchas.A fin de cuentas, soy como soy, con mis defectos y mis virtudes, mis tonterías y mis locuras, y a quien no le guste que se vaya por donde ha venido.

Jack.

Verás, siempre llevo cuanto necesito: aire en mis pulmones y unas cuantas hojas de papel en blanco. Me encanta despertarme por la mañana sin saber que me deparará el futuro, a quién conoceré o donde me llevará la vida. Creo firmemente que la vida es un regalo y no pienso desperdiciarla. Nunca se sabe que carta repartirá la próxima vez; aprendes a aceptarla tal como viene, así cada día cuenta más.

‘Y basamos la vida en ojalás que no se cumplen.’

El tiempo funciona sin que se lo pidas. Los trenes no esperan y se largan con o sin ti. La batería de los móviles siempre se acaba cuando quieres que dure. El futuro no está escrito. El Karma existe. Los tapones de los bolígrafos y las gomas se acaban perdiendo. Los zapatos se desgastan. Los sueños siempre llegan con retraso, o directamente no llegan. El pasado te hace rebobinan en tu vida. El universo es infinito. Los días martes y trece conspiran contra ti. Los besos se agotan. Las lágrimas surgen inesperadamente. La esperanza desespera. Las leyes se imponen sin venir a cuento. Los lunes son odiosos. Los domingos son desesperantes. El tiempo pasa. Los sentimientos confunden. Los semáforos se ponen en rojo cuando los miras. Los bordillos están donde no te los esperas. Las prisas te retrasan. Los malos son muy malos, y los buenos no son tan buenos.

Perdida.

Un día cualquiera de estos con tono gris, un día sin más pensando en las calles que recorrí y nunca llegué a aprenderme el nombre, doblando con la mente esquinas que doblé mil y un veces, chocando con las nubes por buscar una pizca de color entre ellas. Uno de esos días, nos vamos a cruzar, y lo sé. En un mes frío o uno caluroso como este, un paseo a ninguna parte como el que doy desde que no tengo razones, desde que hay gente que ya no está. En una noche frío, calentando las manos a mechero si las vuestras no están, calmando el pecho a tiros si vuestra voz me falta, sin saber donde agarrarme si os pierdo. Me busco, y no me encuentro, no sé si no puedo o no quiero.
Horas perdidas, horas que eran divertidas, folios rotos, momentos rotos. Yo rota, yo perdida.

De esas que..

Soy de esas que cuando ven al típico chico guapo le tiro del brazo a mi mejor amiga, y que cuando veo al chico que le gusta le digo: 'mira tu novio'. Soy de esas a las que se las gana con un par de palabras bonitas, pero siempre a la cara. Me gusta ver a la gente pasear por la calle. Hay días en los que me apetece sonreír a todas horas, como una niña pequeña. Gesticulo muchísimo cuando hablo, y en la ducha canto las canciones más penosas del mundo. Necesito mi tiempo para todo, pero odio que me hagan esperar los demás. También soy la que se equivoca todos los días, la que llora y necesita gritar cuando se encuentra mal. A la que le vuelve loca reír hasta llorar, la típica patosa, la que daría absolutamente todo por su gente, yo soy a la que le afecta todo demasiado, la que quizá alguna gente la tache de loca. Si puede que no sea la persona más valiente, decidida  o fuerte, pero me hago de valer. Puede que siempre me de cuenta de que me hacen falta cosas o personas, cuando ya las he perdido. Tengo una lista de cosas por hacer larguísima, si, puede que complique lo fácil o que me caiga mil veces con la misma piedra, pero se que me voy a levantar, siempre. Soy de esas que no se encuentran fácilmente.