-Jamás engañaría tu mirada con otra.
+Esa es otra...¿puedes dejar de mirarme de una vez?
-Jamás podría, tengo como una tracción que no me deja parar de mirar todos y cada uno de tus movimientos perfectos.
+Por favor ahora no te pongas romántico, no quiero volver a saber nada más de ti ¿lo entiendes?
-¡Ahora eres tu la que mientes! Me quieres y me deseas al igual que yo a ti, tu escribiste nuestro destino y estas destinados a estar juntos.
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